martes, 17 de noviembre de 2009

“La evolución es sólo una teoría y, como tal, tiene la misma credibilidad que las creencias religiosas”


Es sorprendente la frecuencia con la que se puede oír esta aserción. Lo cierto es que es totalmente falsa y que el llamarla despectivamente teoría es elevarla directamente a la máxima categoría a la que puede aspirar la ciencia.
El científico en su intento de estudiar un fenómeno sigue un método en el que parte de lo subjetivo para llegar hasta lo objetivo y comprobable. El primer paso es formular una hipótesis de acuerdo con las observaciones realizadas para después someterlo a examen mediante experimentación. A la luz de los experimentos se modifica la hipótesis para volver a someterla a examen o en caso de que estos la validen, se formula una teoría. Esta teoría se presenta ante el resto de científicos especialistas en la materia para su comprobación y así adquiera el valor objetivo característico de la ciencia.
El error común es reducir la teoría a hipótesis entendiendo que si fuese evidentemente cierta se le llamaría ley. La ley científica es la formulación matemática de la teoría en aquellas que se pueda hacer. Por ejemplo la “ley de la gravedad”


F=G Mm/d2

es al mismo tiempo teoría y ley ( Newton no pudo dar el valor de “G” y hubo que esperar 100 años hasta que Cavendish lo consiguió empíricamente).
La “teoría de la evolución” se apoya sobre un método comparativo entre especies que a su vez se apoya en una variedad de métodos experimentales como la evolución molecular entre otros igualmente válidos.
¿Qué pruebas tenemos?
1º El cambio perpetuo requerido para poder adaptarse a los cambios del entorno observado en los innumerables fósiles recogidos durante cientos de años.

2º La existencia de un origen común demostrada por el estudio bioquímico comparado entre especies conforme retrocedemos en la escala evolutiva. Así, el ser humano se parece bioquímicamente mucho más a un chimpancé que a una rana.


3º Convergencia y divergencia adaptativa: se puede comprobar fácilmente que especies con estructuras diferentes pero necesidades similares acaban desarrollando características homólogas y que especies con la misma estructura son capaces de desarrollar características diferentes.













4º Distribución geográfica: la distribución geográfica de las especies no es uniforme, existiendo diferentes variedades en entornos diferentes aunque tengan un antecesor común.

La evolución de las especies es un HECHO que desde su publicación en 1859 ha sido comprobado una y otra vez a medida que la ciencia avanza.

4 comentarios:

  1. Me hubiera ahorrado un par de horas de estudio para biología leyendo este artículo. Todo muy claro y directo.

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  2. Como mola el vídeo, ¿no?. ¿Nos lo puso papá cuándo éramos chiquititos o lo he visto en el cole?.

    Ana

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  3. Es de la serie de Carl Sagan "Cosmos" ¿recuerdas? Papá la seguía y éste en concreto nos lo hizo ver. A mí se me quedó grabado.

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  4. Creo que deberías dedicarte a la educación, esto enseña mucho

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